El precio de ser aval: un favor que podría costar muy caro

Los lazos afectivos que lo unen con la persona que le solicita ser su deudor solidario podrían terminar por una situación de impago, que  además podría deteriorar gravemente sus finanzas.

Adquirir un compromiso financiero, como la contratación de un crédito, implica una responsabilidad, pero ¿qué pasa si ésta no se cumple? Además de acumular intereses y tener consecuencias negativas en el historial crediticio de la persona que adquirió el financiamiento, el escenario se vislumbra complicado cuando se cae en cuenta que, como aval también podemos tener una responsabilidad y por tanto consecuencias en caso de que haya un incumplimiento en los pagos.

De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), un aval es aquella persona física o moral, que asegura que la deuda será saldada.

“Esto quiere decir que si la persona o empresa que contrajo la deuda no paga, la institución que dio el préstamo tiene el derecho de exigir al aval que cubra la deuda e incluso puede ejecutar acción legal en contra de éste”, explicó.

En México es común que esta práctica sea utilizada entre conocidos o familiares sin medir las consecuencias que puede tener un mal pagador.

Un sondeo realizado por la encuestadora Brad.Feebbo, arrojó que 29.4% de la población mexicana tiene una nota mala en el Buró de Crédito por ser aval de un conocido, por lo que es importante que antes de aceptar un compromiso de tal magnitud evalúe si es una buena opción fungir como aval.

Ante esta situación es posible que se pregunte por qué una persona requiere de un aval. La Condusef explica que para que una institución financiera otorgue un crédito, primero realiza un estudio socioeconómico a la persona que lo solicita, esto con el fin de verificar que podrá pagar el monto del dinero solicitado y que exista la garantía de que cumplirá con el contrato.

En caso de que la entidad financiera detecte una insuficiencia económica o falta de patrimonio del solicitante, se solicita un aval como garantía del crédito.

El titular del crédito ya no pagó, ¿y ahora?

El costo de ser aval puede ser muy caro, y no sólo por repercusiones económicas en su bolsillo, sino por las consecuencias que traerá a su historial crediticio, ya que de no pagar, tanto el deudor como el aval tendrán una nota mala en el Buró de Crédito.

Otra de las consecuencias negativas que implica ser un deudor solidario, advirtió la Condusef, es que puede ser embargado parte de su salario, ello previamente dictaminado por un juez con una orden judicial de por medio, por lo que ni cobradores ni abogados podrán realizar dicha función.

Me arrepentí, ¿puedo dejar de ser aval?

Por su parte, la comparadora de servicios financieros Coru.com destaca un punto que quizá los deudores solidarios lleguen a preguntarse en algún momento: ¿puedo dejar de ser aval? La respuesta es sí, sin embargo las posibilidades de que esto suceda son mínimas debido a que sólo la institución financiera que otorgó el crédito tiene la posibilidad de autorizar dicho cambio, además de una serie de requisitos que tanto el deudor como el aval deben tener presentes, por lo que es importante revisar las condiciones establecidas en el contrato.

“La función de un aval es garantizar que la deuda sea saldada, por lo tanto, no es una tarea fácil deslindarse de las obligaciones que adquiriste al aceptar. Si el contrato especifica que tienes esta posibilidad, basta con revisar los términos y condiciones establecidos”, enfatizó Coru.com.

Si la institución financiera aprobó el cambio de aval, se tendrá que designar a uno nuevo, donde tanto el deudor, el aval y la institución financiera deberán estar de acuerdo con los cambios realizados.

La comparadora refiere que el aval original puede proponer a su sucesor, sin embargo también se revisará el historial de pagos del deudor y los antecedentes crediticios del nuevo candidato a ser aval.

“Si todos los involucrados aceptan, deberán hacer una carta con esta solicitud por escrito y firmar un nuevo contrato”, aseveró.

SNEF 2020

Alianza por el ahorro previsional

En el marco de la Semana Nacional de Inclusión Financiera (SNEF 2020), la Embajada de Reino Unido en México, la Asociación Mexicana de Afores (Amafore) y la Condusef, dieron a conocer el proyecto Innovaciones para la Inclusión Financiera de Jóvenes Vulnerables al Sistema de Ahorro Previsional, cuyo objetivo es brindar herramientas que faciliten el acceso a educación financiera para jóvenes que recién ingresan a la vida laboral y que estén tanto en el sector formal como en el informal.

El proyecto cuenta con una alianza con el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), quien proporcionará los mecanismos para abordar los temas de vida financiera que permitan a los usuarios un reconocimiento e identificación de sí mismos en su relación con su cuenta de ahorro para el retiro para incentivar el registro, supervisión y  el pago de aportaciones a sus cuentas Afore.

 

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/finanzaspersonales/El-precio-de-ser-aval-un-favor-que-podria-costar-muy-caro-20201105-0104.html


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